Se me hace imposible, no imaginar un sinfín de
desenlaces para aquella encrucijada. Y
las propias preguntas, que conlleva esta innumerable cantidad de opciones que surgen,
de esos puntos específicos de la vida. ¿¿Seré acaso algo más que un soñador??...
Quizás.
Lo cierto es que cuando piensos en esas opciones me gusta
vagar por la infinidad de categorías que donde las podría clasificar. Algunos desenlaces son tristes… otras veces eufóricos
de alegría o quizás simplemente melancólicos y llenos de paz. Las emociones se
hacen presentes con esas preguntas como ¿Qué hubiera pasado si…? ¿Qué hubiera
sido de nosotros si…? ¿Acaso habría yo terminado así…?